jueves, 29 de mayo de 2008

El molino de «Las Puentes» en Valencia de Don Juan (León, España)

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Copio a continuación un sencillo artículo de mi autoría que ha salido publicado en el último número de la Revista ESLA (298, abril 2008) que edita el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan (Léon), que es mi querida localidad natal.
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En el mismo, critico el abandono del patrimonio del primitivo Canal del Esla (proyectado en 1857 e inaugurado en 1870), hoy propiedad de la Confederación Hidrográfica del Duero, y emplazo a este Ayuntamiento para que interceda por este molino concreto, situado en su término municipal, si bien podría hacerlo también por otros molinos que se movían impulsados por las aguas de dicho canal en términos de Villamañán, Algadefe (desparecido), Cimanes de la Vega (desaparecido) y Benavente.
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El molino de «Las Puentes»

La vega media del Esla ha sido desde antiguo un molinar, aunque las variaciones del caudal del río fueron siempre un peligro para todo tipo de obras ingenieriles desarrolladas por el hombre. Puentes, presas, cauces, barcas, molinos o batanes se veían continuamente afectados por las fuertes avenidas, pero a pesar de ello no se dejó de reconstruir o reparar estos elementos para su aprovechamiento práctico al servicio de los habitantes de nuestra comarca. Otro gran problema eran los estiajes, que reducían al mínimo el curso de agua por el río e imposibilitaban el abastecimiento de los cauces artificiales.

Si de molinos movidos por las aguas del Esla hablamos, el más antiguamente documentado nos lleva nada menos que hasta el año 929 (Sáez 1987:82), sin precisar su ubicación concreta. En un estudio sobre el Canal del Esla –con motivo de su 150 aniversario– que realicé junto a Aurora Rodríguez Costilla entre otros, localizamos indicios no precisos de un “Cauce de los molinos de Valencia de Don Juan” que antes de 1465 mandara construir uno de los condes de Valencia de Don Juan. Aquel cauce se puede rastrear documentalmente hasta la actualidad, e incluso físicamente alguno de sus tramos.

Aunque parece que en origen el cauce tuvo su toma, presa o azud en término de Valencia de Don Juan –el llamado “Puerto Grande”– tras varias roturas de ésta se abasteció definitivamente del puerto de Benamariel, también llamado de Santa Marina o de Baeza. Al situarse la nueva toma de aguas en término de Villamañán, esta villa y la de Valencia de Don Juan firmaron un foro o concordia que ya en el Catastro de Ensenada se califica como “antigua”, por la cual Villamañán cedía sus aguas a los molinos de Valencia sin posibilidad de construir los suyos, a cambio de que la segunda le pagase anualmente cuarenta y cinco cargas y media de trigo. En 1508 Valencia de Don Juan hizo otra concordia, esta vez con Toral de los Guzmanes, para servicio de los molinos de ambos concejos.

Pero a pesar de las referencias anteriores, sin duda muestra de que máquinas de molienda existieron ya desde muy antiguo, el documento concreto que trata sobre unos molinos en la margen derecha del río Esla en el término de Valencia de Don Juan data de 1537, propiedad del duque de Nájera y conde de nuestra villa, que los tenía en arriendo. En 1683 los molinos los arrendaba ya el Concejo de Valencia de Don Juan. En 1753 existían dos casas de molinos con cinco ruedas cada una.

A mediados del siglo XIX los molinos eran propiedad de Gaspar Rodríguez Tejedor, quien pleitea con la Compañía Ibérica de Riegos –concesionaria del Canal del Esla– al verse privado de las aguas que movían sus artefactos y exigiendo la expropiación de los mismos. La compañía de capital inglés se niega a lo segundo, y argumenta que ha efectuado las obras necesarias –por valor de unas 6.000 pesetas– para practicar una compuerta en el canal que abastezca de aguas suficientes al cauce de los molinos de Valencia. Aunque la sentencia favoreció a los concesionarios del Canal del Esla, finalmente éstos acabarían por comprar el cauce molinar, convirtiéndolo en un desagüe principal del canal.

Sobre esta presa de los molinos de Valencia de Don Juan se dispusieron numerosos artefactos a lo largo de los siglos. Primero fueron pequeños edificios de una o dos piedras, que se sucedían a lo largo del cauce configurando un rosario de molinos. Cada uno de ellos represaba las aguas del cauce, y el siguiente molino debía situarse a distancia suficiente para recibir el agua del anterior, por ello se habla de “paradas de molinos”. Luego vendrían los grandes molinos de cinco piedras que cita el Catastro de Ensenada y finalmente el definitivo edificio conocido como “Molino de las Puentes”.

A pesar de nuestra búsqueda en los archivos –que continúa–, no hemos podido documentar exactamente la fecha de construcción de esta magnífica obra, si bien no debe ser muy posterior al nuevo Molino de Baeza, que se edifica en 1869 conjuntamente al primitivo Canal del Esla. El Molino de las Puentes se construye sobre una cimentación de piedra y pilares del mismo material, sobre la que se alzan los muros de ladrillo visto recercando cajones de canto rodado y argamasa. Tiene una planta de 15,8 x 9,1 metros y dos alturas con forjados de madera sobre un subterráneo reservado a los rodeznos, los cuales, movidos por el agua, trasmitían su energía por medio de ejes, poleas y correas que impulsaban toda la maquinaria.
Recuerdo de niño aquel viejo molino, donde cada año acudía con mis padres, abuelos, tíos y primos a “correr” la tortilla. Por aquel entonces, aunque ya abandonado a su suerte, las estancias de aquella mole fabril se conservaban perfectamente y se podía subir y deambular entre las viejas máquinas de limpia y cernido, levantar las tolvas y guardapolvos para descubrir las ruedas o piedras de moler, o asomarse a sus numerosos ventanales y respirar el frescor del atardecer oteando la extensa vega.

Pero un buen día el molino ardió, intencionada o accidentalmente, y desde entonces sólo se conservaron los fuertes muros de ladrillo y cantos cogidos con argamasa. Resquebrajada y progresivamente deteriorada, la fachada principal aguantó entera hasta diciembre de 2006 en que sufrió un gran derrumbe. ¿No lo debemos salvar?

Hoy el molino pertenece, como todo el viejo patrimonio que aún se conserva del decimonónico Canal del Esla, a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Precisamente hace tan sólo unos días –catorce de marzo– el presidente de este organismo, Antonio Gato, recibía en Valladolid al alcalde de Valencia de Don Juan y al primer teniente, quienes le arrancaban una nueva inversión multimillonaria en el río Esla. Desconozco si nuestros representantes le hablaron al presidente de la CHD del viejo molino situado en nuestro término y protegido gracias a una alegación presentada por las Juventudes Socialistas a la reciente modificación del Plan General de Urbanismo de Valencia de Don Juan.

La CHD tiene inventariado su patrimonio, pero lo está dejando caer. En Coyanza hemos protegido este molino que hoy ya es ruina pero que aún puede salvarse. Si se intenta, puede hacerse. Se ha logrado dinero para el río, para un paseo, para unos lagos y hasta para un edificio-mirador. Mi ruego es que nuestras autoridades miren hacia la segunda curva de la carretera a San Millán. Allí les está esperando un edificio histórico, patrimonio de todos, que la CHD nos cedería gustosa.
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martes, 27 de mayo de 2008

Salvemos la Panificadora de Vigo (Pontevedra, España)

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Hace una semana reseñábamos un artículo publicado en el blog arquitecturavigo.blogspot.com sobre la desaparecida harinera 'La Molinera Gallega'. Gracias a este mismo blog teníamos noticia desde hace años sobre una campaña en favor de la salvaguarda de la Panificadora de Vigo.
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Hoy adelantamos nuestra reseña sobre este asunto ya que ayer lunes 26 se publicaba un reportaje en el diario EL PAÍS firmado por P. Carbajo, que transcribimos literalmente.
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Al final del mismo ofrecemos distintos enlaces donde pueden recopilar numerosa información sobre este interesante edificio construido en 1917 por el arquitecto Manuel Gómez Román y los ingenieros Otto Werner y Jorge Buchl, para Antonio Valcarce. Por las fotos que hemos podido ver del interior, en cuanto al sistema de molturación instalado en la fábrica de harina, podemos aportar que al menos los laminadores o molinos de cilindros corresponden al modelo BF fabricado por la española EMSA (Establecimientos Morros, S.A.).
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También aprovechamos para soliciar su firma del manifiesto en favor de la conservación de este edificio, que pueden hacer en http://www.freewebs.com/salvemoslapanificadora/

'Los viejos graneros, para cultura'
Se reactiva la campaña para rehabilitar la Panificadora de Vigo con usos públicos

"Que hoy en día la Panificadora reine en el perfil de la ciudad como una ruina en manos del azar es un lujo que la memoria histórica de la ciudad ya no puede permitirse", señalaba en 2002 la comisión de cultura del Colegio de Arquitectos de Galicia en Vigo, que señalaba el edificio como "un elemento insigne de la arqueología industrial" para el que reclamaba un tratamiento legal y urbanístico acorde con esa categoría.

Aquellos argumentos y otros similares vuelven estos días a actualizarse dentro de la campaña Salvemos la Panificadora, que ha reactivado la recogida de firmas para pedir su rehabilitación para usos públicos, preferentemente culturales. "Incluso los antiguos silos parecen lomos de libros", reparan los promotores de la campaña para indicar su idoneidad como biblioteca.

El edificio fue inaugurado en 1924. El arquitecto Manuel Gómez Román y los ingenieros alemanes Otto Werner y Jorge Buchl realizaron el proyecto, que también puntúa ahora por situarse entre los pioneros que utilizaron en España el hormigón armado. Tuvo después sendas ampliaciones en 1930 y 1960, hasta que se clausuró en 1981. Fue una industria de gran éxito y popularidad en "los años del hambre" como el horno que más cartillas de racionamiento atendía, además de suministrar el pan a los contingentes militares del sur de Galicia y a los prisioneros recluidos en el monasterio de Santa María de Oia.

El posterior declive empresarial de la Panificadora y Fábrica de Harinas, hasta su quiebra, no alteró, sin embargo, la impronta contundente de su presencia en el paisaje urbano vigués, que se desea preservar como una "catedral laica", directamente vinculada a la identidad industrial viguesa, ni las sustanciosas expectativas de sus plusvalías urbanísticas, al situarse en el puro centro de la ciudad.

El complejo ya se ha intentado derribar varias veces. Entre otras causas más prosaicas, lo ha salvado la rareza de sus silos, calificados como construcción insólita en toda la Península y que se desean rehabilitar como incuestionable icono de la identidad urbana viguesa. En 2003 las compañías propietarias del inmueble y el Ayuntamiento firmaron un convenio que comenzaba reconociendo el fracaso previo de tres estudios de detalle propuestos por la propiedad. Para salir del atolladero, el convenio encargaba a la redactora del plan general de urbanismo, Consultora Galega, asimismo redactora del plan especial del Casco Vello, con el que limita el polígono de la Panificadora, a realizar una propuesta de usos que finalmente no ha tenido mayor concreción. Meramente se ceden los silos al dominio público, salvo su parte más alta, que la propiedad se reserva para explotarla con un negocio hostelero con mirador privilegiado.

En el resto del solar, de 9.983 metros cuadrados en total, está previsto construir una urbanización de 200 viviendas en edificios de hasta ocho alturas que ya han suscitado polémica porque cegarán el actual mirador natural sobre la ría desde la calle Camelias.

A los promotores de la campaña, arquitectos, intelectuales locales y, singularmente, la asociación Outro Vigo é Posible (OVEP), no les basta ya con preservar los silos. Quieren que se rehabiliten para uso público todos los edificios del complejo, que dan a tres calles y podrían reactivarse con diversas funciones administrativas, pero, sobre todo, según OVEP, como biblioteca, la biblioteca que el Ministerio de Cultura ha prometido construir en un edificio nuevo en la Praza do Rei.

La ocasión la pintan calva. El polígono de la Panificadora, se dice en la campaña, debe integrarse en el conjunto de actuaciones que el alcalde, Abel Caballero, ha propuesto al arquitecto Rafael Moneo para remodelar el entorno urbanístico de la torre consistorial, extraordinariamente degradado. Moneo entra, proponía al laureado arquitecto una pancarta durante su visita del lunes a la ciudad. En OVEP no dudan de la capacidad seductora del edificio, pese a sus actuales ruinas, para inspirar a cualquier arquitecto. Moneo dará una primera idea en un mes.

Pero el problema apunta a soluciones más complejas. Los dueños de la parcela son tres empresas, Invoga, Promociones Montelouro y Viguesa de Panificación, que se la reparten con sus edificios y ahora andan ciscadas dirimiendo la propiedad en un litigio laberíntico que amenaza aplazar sine die cualquier proyecto, incluso el residencial. En OVEP, sin embargo, entienden que este mismo conflicto entre los propietarios añade motivos, incluso una oportunidad de oro, para rescatar el complejo e incorporarlo al dominio público como su misma estampa, señera sobre el skyline vigués.
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Mucha más información en:
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domingo, 25 de mayo de 2008

La Harino Panadera de Bilbao (Vizcaya, España), proyecto de rehabilitación ejemplar

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Sin duda se trata de un ejemplo a imitar. El proyecto que desarrolla el Ayuntamiento de Bilbao conservará esta antigua fábrica de harinas y de pan, que pasará a albergar las instalaciones del Área de Salud y Consumo.
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No sólo se preservará el continente, edificado en 1902 con hormigón armado, sino también el contenido, ya que se está rehabilitando parte de la maquinaria original que permanecerá en su sitio para exponerse a los visitantes que deseen conocerla.
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Se construirá un nuevo edificio adosado a la fábrica, con el que se logrará una superficie total construida de 3.919 metros cuadrados, que albergará los distintos servicios del Área de Salud y Consumo, como la oficina de información al consumidor, la oficina de atención a drogodependencias y el laboratorio municipal, entre otros.
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Pinchando en la imagen de la derecha se accede a un documento-resumen en PDF realizado en el año 2006 por el Gabinete de Prensa municipal.
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El proyecto debe estar bastante avanzado, pero no hemos encontrado referencias en la prensa digital en los últimos meses, por lo que carecemos de datos e imágenes actualizadas. Nuevamente solicitamos vuestra colaboración.
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Hasta conocer nuevos datos, la referencia donde se ofrece una mayor información sobre este interesantísimo proyecto sigue siendo la propia web del Ayuntamiento de Bilbao, en el siguiente enlace:
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miércoles, 21 de mayo de 2008

Fábrica de harinas «La Molinera Gallega» en Vigo (Pontevedra, España)

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Transcribimos textualmente una entrada publicada en el interesantísimo blog arquitecturavigo.blogspot.com:
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En 1898 la sociedad «La molinera gallega», formada por famosas personalidades viguesas como Ceferino Maestú, Gaspar Massó, Francisco Tapias y Luis Suárez Llanes entre otros, encarga al ingeniero Luis Conde Valbín, autor del impulso de numerosos complejos industriales y uno de los pioneros de la electrificación en Galicia, la construcción de una fábrica de harinas que se llamaría «La Molinera». La financiación de la fábrica correría a cargo del capital local y la participación de personajes ajenos a la ciudad, como el pontevedrés Marqués de Riestra.
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Conde Valbín realizó para albergar la fábrica un edificio de 5 alturas de planta rectangular, de 32 metros de frente por 16 de fondo con una superficie total edificada de 1.560 metros cuadrados, que disponía de grandes almacenes.Estaba situado en la Calle Duque de la Victoria (hoy Avenida García Barbón) a medio camino entre la iglesia de Santiago de Vigo y la Metalúrgica. Su fachada, realizada con un ladrillo de color rojo y crema procedente de la fábrica de cerámica de La Caeyra (Pontevedra) cuyo dueño era el anteriormente citado Marqués de Riestra, tenía un estilo ecléctico con ligeras influencias románicas en la composición de las pilastras y los huecos de la fachada. Se dividía por medio de ocho módulos de cuatro metros, con una ventana cada uno en planta baja, dos en los primeros pisos y tres en el cuarto, aligerando así el muro a medida que se ganaba en altura. La fachada terminaba en un petril sobre modillones donde se fueron poniendo los nombres de los inquilinos del edificio. Además de por el tipo de ladrillo empleado destacaba también por su recargada decoración, que le daba un toque característico al edificio. En un principio se dedicó el inmueble para la molienda aunque finalmente se destinó a la producción de harinas.
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Como curiosidad destacar que no disponía de entrada directa desde la calle. Funcionó como fábrica unos 15 años aproximadamente, ya que después de la primera guerra mundial, el encarecimiento que experimentaron las materias primas hicieron que la fábrica fuera inviable económicamente y terminara quebrando.
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En 1916, al poco de cerrar la fábrica el edificio se convirtió en sede del colegio de primaria y secundaria Sagrado Corazón de Jesús, que sería el primer establecimiento docente de los jesuítas en Vigo. Estuvieron en el edificio 12 años, hasta 1928 cuando se trasladan a su actual sede de Bellavista. El inmueble fue entonces ocupado por el colegio privado el Mezquita. Después durante la guerra civil fue requisado y utilizado como cuartel por los militares.
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Hace unos años (a finales de los 70 y principios de los 80) fue derribado para construir en su lugar un edificio de viviendas, oficinas y sala de bingo de 10 alturas. La eliminación de tan característico edificio fue posible gracias a la ausencia de una normativa municipal que protegiera a las edificaciones históricas de los siempre al acecho especuladores.
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Fuentes:
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"Vigo. La ciudad que se perdió", de Xaime Garrido Rodríguez

lunes, 19 de mayo de 2008

Molino del Testar en Paterna (Valencia, España): proyecto

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Desconocemos la evolución de este proyecto, pero recogemos esta noticia que fue publicada por Beatriz Sambeat el 23 de febrero de 2007 en el periódico Las Provincias:
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"Los cinco antiguos molinos de harina ubicados en Paterna pronto se convertirán en un complejo de alto standing que incluirá una gran zona lúdica de alto nivel con hoteles, salas de convenciones y banquetes, así como un restaurante y un museo con sala de exposiciones.
El equipo de ingenieros tiene el proyecto realizado y aprobado desde hace tres años, “pero hace dos días nos llamaron para decirnos que en dos semanas podíamos empezar las obras”, señalaban desde la promotora.
La promotora que rehabilitará estos molinos llevaba un año esperando a que les concedieran los permisos para comenzar las obras “y por fin el Consejo Territorial de Urbanismo nos ha aprobado definitivamente las obras y ya tenemos licencia para empezar”, relataban los responsables de esta actuación.
Helipuerto privado
Estos edificios se encuentran en Paterna y cuentan con excelentes comunicaciones a cualquier punto de la ciudad ya que habrá conexiones directas de metro y un helipuerto privado, además de ofrecer alojamiento para todos sus visitantes, restauración, salas para eventos y organización de bodas y todo tipo de celebraciones. Se trata de un conjunto arquitectónico rodeado de más de 30.000 metros cuadrados surcados por acequias de origen árabe, traslada al visitante a una época anterior además de permitirle disfrutar de un diseño actual con las últimas tecnologías.
Los salones tendrán una extensión de más de 2.600 metros cuadrados. Tres de ellos dispondrán de 500 metros cuadrados y cuatro salas de 100, con la posibilidad de juntar dos de ellas y lograr un espacio de más de 1.700 metros cuadrados, ideal para cualquier tipo de evento.
Las obras se paralizaron hace más de un año a la espera de que les concedieran la Declaración de Interés Comunitario (DIC) con lo que los expertos en esta rehabilitación tan solo habían apuntalado y repicado los edificios. Esta zona de Paterna se compone de cinco molinos. Cuatro de ellos serán rehabilitados y convertidos en una gran zona donde las bodas, los grandes eventos y el turismo serán los protagonistas.
El molino de Escaleta se divide en dos partes. En una de ellas, se construirá una sala y un restaurante, mientras que la otra fue una donación al Ayuntamiento de Paterna, donde se barajan algunas ideas como crear un museo o la entrada para acceder al parque natural.
Joyas arquitectónicas
El alcalde de Paterna, Francisco Borruey, añadió que el molino de Testar, “es una joya arquitectónica que nos han cedido donde vamos a instalar un museo para seguir protegiendo y difundiendo nuestro valioso patrimonio histórico”.
Con casi 500 metros cuadrados, y una capacidad para 600 personas, el Molino de Martinet es un espacio dotado de la última tecnología con espacios abiertos tanto al cielo como a los jardines de la propia sala pudiendo disfrutar de unas vistas a la acequia que fluye a través de los arcos del antiguo molino.
Los techos son de más de seis metros de altura, parking privado y fantásticos jardines. En pleno corazón del complejo se encuentra el molino de Escaleta, un espacio de 351,60 metros cuadrados con forma ovalada. Tiene una pared de titanio frente a otra de cristal. Dispondrá de parking privado que permitirá el acceso directo a los jardines de estas dependencias.
El molino de Ferrando cuenta con casi 400 metros cuadrados. Su estilo es vanguardista y destaca el contraste entre los tonos grises de la sala y la luminosidad que viene del exterior. También dispone parking privado y jardines con acequias de origen árabe".
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Si alguno de nuestros lectores conoce en qué situación se encuentra actualmente este proyecto le estaríamos muy agradecido si nos lo hiciera saber por medio de un comentario a esta entrada, al igual que pueden hacer para el resto. Cuantos más datos, mejor para todos.
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Fuentes:
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http://www.lasprovincias.es/valencia/prensa/20070223/horta/cinco-molinos-paterna-convertiran_20070223.html
http://coordinaturia.blogspot.com/2008/03/tcnicos-de-chj-visitan-elementos.html

jueves, 15 de mayo de 2008

Un taller de empleo restaura la fábrica de harinas «Santa María» de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba, España)

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Noticia e imagen de Yolanda Gómez en Diario de Córdoba (27-03-2008):
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"La antigua fábrica de harina Santa María será restaurada gracias a un taller de empleo promovido por el Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo con el fin de adaptarlo a museo.
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El taller cuenta con un presupuesto superior a los 500.000 euros y tendrá una duración de 12 meses, en los que 24 alumnos (10 hombres y 14 mujeres), tres monitores, una administrativa y un director llevarán a cabo tres módulos, albañilería, pintura, y fontanería y electricidad.
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Las actuaciones de recuperación del edificio y la restauración de la maquinaria, que se encuentra en buen estado de conservación, serán los trabajos que permitirán la formación y el empleo que esta iniciativa hace posible. Tras visitar la fábrica, la regidora, Luisa Ruiz, afirmó que "el taller supone la oportunidad para el municipio de recuperar un edificio emblemático de la localidad y fomentar el turismo tras su adaptación a museo"."
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Fuentes:
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miércoles, 14 de mayo de 2008

Centro de interpretación de los tradicionales molinos hidráulicos del río Cerezuelo en Cazorla (Jaén, España)

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Con motivo de la inauguración de la exposición permanente Frondosa Naturaleza, el consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, y el alcalde de Cazorla, José Luis Díaz, han procedido el pasado 10 de mayo a la apertura del molino harinero situado en pleno el casco antiguo de Cazorla, a la espalda de las ruinas de la iglesia de Santa María, tras la completa restauración que lo convertirá en Centro de interpretación de los tradicionales molinos hidráulicos del Río Cerezuelo.
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Según la noticia publicada El Ideal de Jaén por José Luis González, la restauración de ambas construcciones ha tenido un coste presupuestario de 152.000 Euros, sufragados por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, y en el que ha participado el ayuntamiento de Cazorla.
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La ambiciosa idea que persigue el ayuntamiento cazorleño es seguir restaurando molinos harineros, transformar el Museo de Artes y Costumbres del Castillo de la Yedra en el Museo del Agua y recuperar el camino que transcurre por la bóveda situada bajo las ruinas de Santa María.
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En la localidad jienense de Cazorla existen varios molinos, entre los cuales está el Molino de la Farraga, hoy transformado en alojamiento rural.

Fuentes:

http://www.ideal.es/jaen/20080511/provincia/cazorla-disfruta-exposicion-permanente-20080511.html
http://www.molinolafarraga.com/

domingo, 11 de mayo de 2008

Cierra la fábrica de harinas Ángel Azofra en Haro (La Rioja, España)

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Noticia e imagen de Roberto Rivera en El Correo Digital:
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"La última de las fábricas de harinas que se asentaron en la localidad jarrera prepara su despedida de la ciudad. Según confirmaron a este medio fuentes de la empresa Ángel Azofra Somalo, asentada desde los años 50 en la Avenida de La Rioja, su producción se trasladará en las próximas semanas a Logroño y dejará, de esta semana, de ocupar la parcela de terreno delimitada por ésta arteria y por la calle Martínez Lacuesta, frente al Hotel de los Agustinos y el edificio que albergó en su día el Banco de España.
De acuerdo con la información recabada por EL CORREO, ésta decisión responde al plan de reordenación empresarial diseñado por el Consorcio de Harinas, integrado por tres firmas de la Comunidad riojana, una de ellas la fábrica de Haro y las otras dos Hijos de Pablo Martínez y Teófilo Azofra, y constituido a principios del año 2006.
Es más. El traslado de la actividad que desarrolla la firma ya fue comunicada formalmente en enero del presente año. Y es considerada «firme». Tanto que no se demorará más allá de un mes, aseguraron las mismas fuentes.
Se supone que el traslado de la producción a la capital no debería afectar, en ningún caso, a la situación laboral de los seis empleados que trabajan en las instalaciones. A todos ellos, vino a secundar personal de la empresa, se les ha ofrecido la posibilidad de mantener sus contratos en vigor aunque, lógicamente, trabajando en las instalaciones con las que el consorcio cuenta en la Carretera de El Cortijo, dentro del término municipal logroñés de La Isla.
No está confirmado, en todo caso, si la totalidad de los trabajadores aceptará la propuesta de la dirección.
Desde su puesta en marcha, junto a otras fábricas que pusieron fin a su actividad en la década de los ochenta, Ángel Azofra Somalo se ha dedicado a la producción de harinas dedicadas a la alimentación, en algunos casos infantil.Aportaba producto para elaborar galletas especiales, harina trigo, fuerza y media fuerza, harinas flojas y subproductos bajo diversas marcas como Estrella, Estrella Especial, Estrella Extra, Estrella G, Gran Fuerza y Regia.
La salida de la empresa, incrustada como otras en pleno corazón de la ciudad tras su proyección hacia el sector de El Mazo y el área de la Vega, podría otorgar, no obstante, cierto respiro al tráfico en la zona ya que, como consecuencia de su actividad, el último tramo de la Avenida de La Rioja se convirtió en vía de doble sentido (al contrario que el tramo situado entre las confluencias con Italia y Castañares).
El tránsito de los vehículos pesados que transportaban el grano y recogían la harina, después de su paso por el complejo de molinos, dejará de atravesar por el centro de la ciudad habilitando, de esta manera, un nuevo espacio para la reordenación de la zona".
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Fuente:
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viernes, 9 de mayo de 2008

Arde el Molino del Batán en Paterna (Valencia, España)

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Un molino harinero de Paterna, conocido como Molí del Batán, construido a finales del siglo XIX o comienzos del XX, resultó destruído por un incendo este fin de semana pasado, quedando en estado de ruina total ante la mirada de los vecinos, la policía y los bomberos, quienes lucharon contra las llamas sin poder hacer nada por salvar la histórica construcción.
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Hasta el lugar se desplazaron bomberos de los parques de Burjassot, Paterna, Catarroja y Sagunto que llegaron al lugar cuando la construcción ya estaba en llamas sin poder hacer nada para salvar la construcción, aunque, a pesar de la aparatosidad del incendio, las llamas no afectaron a otros edificios, ni a la estación de metro Campamento. Afortunadamente el siniestro no ocasionó daños personales.
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El edificio del molino de Batán ofrecía interés como elemento arquitectónico industrial, por lo que contaba con protección estructural, lo que significa que no se podía modificar la fachada, ni cualquiera de los elementos del inmueble. Además se encuentra dentro del Parque Natural del Turia.
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Inicialmente fue molino harinero, para pasar posteriormente ser utilizado como batán textil -de ahí su nombre-. Luego fue molino papelero y, por último, se convirtió en fábrica de harinas.
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Al ser de propiedad privada el Ayuntamiento de Paterna tenía previsto "buscar un modelo de convenio para adquirir una parte y proceder a su recuperación", señaló a los medios de comunicación el alcalde de la localidad, Lorenzo Agustí Pons (PP). Éste añadió que se pretendía una actuación similar a la del molino del Testar, y señaló que se iniciará una investigación en torno a lo ocurrido, no descartando la posibilidad de que fuese intencionado. Agustí recordó que la "semana pasada ya hubo en el mismo edificio un conato de incendio, que fue controlado. Desde que se ha visto la columna de humo hasta que han aparecido las llamas sólo han pasado minutos".
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Según la información publicada por Laura Garcés en el diario Las Provincias, el molino del Batán estaba abandonado desde finales de los años 80 y conservaba la maquinaria que se utilizaba para la producción de harina.
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La concejala de Cultura y Patrimonio de Paterna, Elena Martínez, manifestó al día siguiente del incendio que se estaban investigando todas las causas que han podido originar el fuego, incluida la de que "se usara un acelerante". Además, los bomberos no descartan su empleo debido a la virulencia observada en las llamas.
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Desde el Ayuntamiento de Paterna se instará a los propietarios del molino a realizar una reconstrucción fidedigna del edificio. La llamas han calcinado buena parte del mismo, ya que ha quedado inutilizada la mayor parte del forjado y de un muro. Una de las pérdidas más importante ha sido la maquinaria original que se conservaba en el edificio en muy buen estado, pues tras el incendio todo a quedado reducido a un amasijo de hierros y cenizas.
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La Asociación de Vecinos de Campamento abordará el asunto en su próxima reunión. Su presidente, Domingo Martínez manifestó que los vecinos "deseamos que el actual equipo de gobierno lleve a cabo la actuación que tenía pensada", habilitando la zona.
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Peticiones de conservación para los molinos de Paterna
Según han comentado algunos vecinos de Paterna, exisitieron en el pasado solicitudes de conservación para este patrimonio molinero. Concretamente Alfonso Pérez Martínez, residente cerca del Molino del Batán, comenta en el periódico Las Provincias que "con él se va un fragmento de la memoria de una parte de nuestro pasado. Y estos días he recordado a Joaquín Ballester (Ximo popularmente) que creo que ha sido la única voz crítica ante la paulatina desaparición de los molinos en Paterna. Muy cerca del molino del Batán ya desapareció otro, aún más grande, que se demolió para construir una finca, ante la pasividad de las autoridades. Ximo siempre ha defendido la necesidad de intervenir en los molinos, protegerlos como toca y buscar la fórmula para rehabilitarlos. Pero durante años han estado en la ruina absoluta mientras el dinero se iba en grandes fastos. Menos mal que una iniciativa privada (y de negocio) va a permitir salvar los de la zona del Testar. Aquí si algún día culmina ese proyecto, tendremos que agradecer a unas personas privadas haber conservado, dignificado y dado un uso a estos molinos y su entorno."
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Otra ciudadana de Paterna, Elena Pérez Company, también comenta en tono crítico la desidia existente en lo referente a la conservación de este patrimonio. Apoyamos sus palabras y esperamos que se ponga fin a las destrucciones.
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Fuentes:
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jueves, 8 de mayo de 2008

Antigua Harinera del Pontón en Bilbao (Vizcaya, España), hoy ikastola

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Basado en los artículos publicados por Elías Mas Serra e Iñaki Uriarte en Bilbao:
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En la orilla derecha de la ría de Bilbao se encuentra el edificio que fuera de la Harinera del Pontón, un proyecto de 1794 de Alejo de Miranda, académico de San Fernando.

Fue el primer edificio proto-industrial de Vizcaya. Se trata de un paralepípedo de 46 x 34 x 17 m. con un desarrollo fabril vertical en cuatro plantas entorno a un patio central de iluminación, de gran sobriedad geométrica, desornamentación y serialidad de los vanos con 107 ventanas. De fábrica de mampostería con cantos de río reforzado con sillería caliza en esquinas y forjados de madera, poseía un aspecto conventual y carcelero.

Ha sido reutilizado en 1997 como Ikastola Abusu, perdiendo gran parte de su identidad como edificio fabril. Formaba parte de un conjunto harinero municipal que incluía el depósito de grano, un almacén de leña y un molino fluvial de 1571 destruido por Ferrovial en 1987.

Litografía del Molino del Pontón (1853, Pedro Pérez de Castro)
Entre la colección de litografías y grabados del Museo Vasco y con el número 90/1.209 figura una estampa del Molino del Pontón en el Paseo de los Caños, obra de Pedro Pérez de Castro. La imagen romántica, dibujada en 1853, nos presenta la mole imponente del molino, casi como una casa torre, junto a un caudaloso Ibaizábal en su rápido viaje al encuentro de la Ría.

Fue en plena Guerra de la Convención, en uno de los más negros períodos de Bilbao y Vizcaya, cuando el Ayuntamiento de la Villa mandó levantar, en 1749, en el Pontón, cabe a sus límites jurisdiccionales, un poco antes de donde la Ría comienza a serlo y junto a la corriente fluvial, un molino "de cuatro ruedas en el que se molían doscientas fanegas de trigo diarias (cinco fanegas por hora). Contaba seis hornos, cinco corrientes, y tres de ellos se hallaban destinados a cerner" (sic), según la descripción de Estanislao Jaime de Labayru y Goicoechea en su obra: Historia General de Bizcaya. Era, ésta, una instalación que daba trabajo a treinta y cuatro operarios.
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Alejo de Miranda
Se conoce que Alejo de Miranda, arquitecto y académico, trabajó notablemente en Bilbao, en escenarios como el Plan Loredo, la Plaza Nueva y el Puerto de la Paz. Sus propuestas neoclásicas más destacadas fueron el Coliseo de Comedias de la calle Ronda (1799) y el Peso y Alhóndiga de Bilbao (1807), que hoy conocemos sólo por los diseños y planos.
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Fábrica de harinas y molino
Alejo de Miranda cumplió el encargo del Concejo Municipal y llevó a cabo el proyecto y la obra de la Fábrica de harinas y molino en el Pontón. Dibujó, en aquel momento, un interesante conjunto edificatorio industrial compuesto por tres construcciones: el molino, la panadería y el granero. A ellos se accedía desde Miraflores. La panadería y el molino, como es lógico, tenían su fachada frente al río.
Es, por supuesto, uno de los restos industriales del período neoclásico en el País Vasco y, aunque, hoy por hoy, nos queda sólo el vestigio de la carcasa de la fábrica de harinas, sigue aportando, al menos, el testimonio de aquellos tiempos próximos al comienzo del siglo XIX.
En cualquier caso, hizo, Alejo de Miranda, un nada despreciable ejercicio de arquitectura del cual
destaca lo que fuera la interesante tipología de la panadería, desarrollada en torno a un patio central.
La fábrica, levantada en mampostería, presenta un riguroso y austero orden de ventanas y se elevaba en un total de cuatro plantas sobre el terreno circundante.
Los edificios del molino y el granero, con parecidas componentes y parámetros arquitectónicos, respondían, aún más escuetamente, a sus funciones industriales, el primero y a las de contenedor, el segundo.
Los acontecimientos de la primera mitad del siglo XIX, complejos y azarosos, hicieron mella en el conjunto edificado que tuvo que ser reconstruido en, al menos, un par de ocasiones. Así, el 8 de marzo de 1835, los carlistas dejaban en ruinas la panadería y el molino del Pontón tras atacar a las tropas liberales que allí se refugiaban.
Luego, en el periplo de usos y destrucciones, la manufactura fue, por un momento, la Fábrica de Lencería de Miraflores arrendada, con este fin, por Máximo Aguirre.
Eduardo Coste y Vildásola reconstruyó el molino tras la segunda Guerra Carlista. A esta reconstrucción o a un levantamiento anterior, corresponden unos planos de las ruinas de la vieja fábrica dibujados por el que fuera arquitecto municipal: Pedro de Belauzarán.
De alguna manera, las instalaciones se siguieron usando hasta los años veinte del siglo pasado. Desde entonces, arruinado y en desuso, el edificio fue víctima de la molicie y de las inclemencias naturales. Lo que quedaba del molino fue derribado en 1987, quedando, entonces, en pié, únicamente, los muros de la panadería. Estos muros que quedan del viejo complejo y que dan una buena idea del volumen edificatorio de aquella antigua panadería, pasaron, al final del siglo XX, a acoger las aulas de una ikastola.
Efectivamente, en 1995, la ikastola Abusu decidió ubicar ahí sus nuevas instalaciones. El proyecto, redactado por los arquitectos Federico Arruti y Antón Boyra, respetó el aspecto volumétrico de la panadería a través de los muros obrados por Alejo de Miranda. Dentro del perímetro de éstos se desarrolló, por otra parte, con conceptos actuales, el programa funcional de la dotación educativa.
De esta manera, esta singular obra de finales del siglo XVIII, sigue -aunque sea testimonialmente- dentro de nuestro patrimonio arquitectónico, rememorando todo un pasado relativamente reciente e incierto y apuntando al futuro de las generaciones jóvenes que han hallado, a la sombra de sus viejas piedras, el acomodo para su tiempo formativo.
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Fuentes:
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lunes, 5 de mayo de 2008

Intento de recuperación del Molino de Bolarque en Almonacid de Zorita (Guadalajara, España)

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Noticia de Nazaret León en El Decano de Guadalajara (07-03-2008):
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El alcalde de Almonacid de Zorita, Gabriel Ruiz, presentó el 6 de marzo de 2008 los convenios firmados por el Ayuntamiento con Unión Fenosa y el Centro Superior de Investigaciones Científicas, para la recuperación y puesta en valor de una de las infraetructuras de mayor importancia de siglos pasados en la localidad, los molinos harineros, en el centenario de las obras del salto de Bolarque (1907-1910).
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Bajo esta idea, el Ayuntamiento firmó un primer convenio con Unión Fenosa, de cuatro años de duración prorrogables y por un importe de 80.000 euros, para el desarrollo, promoción histórica y arqueológica del antiguo Molino de Bolarque. Un acuerdo que hará posible conocer la historia del mismo, exponer las fotografías con las que cuenta el archivo de la empresa sobre este aspecto, y editar un libro que recoja todos los datos.
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En este sentido, cabe recordar que la localidad acoge desde hace tres años la instalación de una nueva central hidráulica de Unión Fenosa junto a estos molinos harineros, que aprovechará el caudal mínimo de mantenimiento del cauce del río, y generará 4 megawatios de electricidad.
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El segundo convenio se ha firmado con el Centro Superior de Investigaciones Científicas, con un año de duración y un importe de 23.424 euros. Este acuerdo persigue dos objetivos: estudiar, documentar e historiar los aprovechamientos hidráulicos de Bolarque desde la Edad Media hasta principios del s.XX; así como el estudio, digitalización y exposición del archivo fotográfico del Salto de Bolarque.
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El alcalde Almonacid, mostró su deseo de que la reconstrucción pueda comenzar antes de finales de año.
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Reportaje de Marta Jiménez Herrera en El Decano de Guadalajara (01-02-2008):
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La tercera central de Bolarque, «Los Molinos de Bolarque», está empezando a calentar motores para producir energía en el primer trimestre de 2009. Estará situada en la margen izquierda del río aguas abajo de la presa, en una zona que ya se había recuperado en 1975 con la construcción de la central reversible Bolarque II, y hasta ahora era un jardín. Estará enterrada a nueve metros y, una vez que esté terminada, sólo se verá su cubierta. Su función será aprovechar al máximo los caudales de mantenimiento necesarios en el Tajo, una operación que hasta ahora desarrollaba la central Bolarque I, que se ha quedado obsoleta.

La nueva instalación toma su nombre por su cercanía a los restos de un gran molino medieval, que salieron a la luz con las obras de construcción de Bolarque II, en 1975. Además de por su tamaño, la excepcionalidad de este molino harinero reside en la ingente documentación que se conserva en diferentes archivos, como los libros de contabilidad. Una «joya» que el Consistorio de Almonacid quiere recuperar. Entre otras actuaciones, este año se elaborará un estudio histórico.

A las puertas del centenario de la inauguración de su presa, en 2010, Bolarque se prepara para albergar una nueva central hidroeléctrica, «Los Molinos de Bolarque», que comenzará a producir energía a principios del próximo año. La instalación estará hundida nueve metros en una zona que ya se había recuperado en la margen izquierda del río, aguas abajo de la presa, en 1975, cuando se construyó la central reversible de Bolarque II, y hasta ahora era un jardín. Por lo tanto, el impacto ambiental en la zona es muy pequeño, según aclaran fuentes de Unión Fenosa, propietaria del complejo. Además, una vez terminada la central, sólo se verá la cubierta, que se construirá con teja envejecida para que esté perfectamente integrada en el entorno, de acuerdo con las exigencias del Ayuntamiento de Almonacid. «El agua se tomará de la misma presa, a través de dos tuberías ya existentes, que se dejaron en 1975 para vaciado del embalse, por lo que tampoco va a afectar a la estructura de la presa», señalan fuentes de la empresa eléctrica.

La principal ventaja es que prácticamente toda la parte importante de la obra ya está realizada. Las máquinas echan humo desde noviembre y hasta ahora ya han hecho el hoyo donde se ubicará la central y están adecuando el ramal de conducción de agua, que tendrá una longitud de 300 metros, así como el canal de salida. En cuanto a los datos técnicos, cabe precisar que la instalación tendrá dos grupos de eje horizontal (tipo Francis) de 2 megawatios de potencia cada uno, que turbinarán un caudal nominal de 12 metros cúbicos por segundo, con un salto neto de cerca de 40 metros.

Unión Fenosa comenzó a fraguar la idea de esta nueva central hace cuatro años, viendo que la antigua Bolarque I, que se construyó en 1954, se quedaba obsoleta en cuanto al aprovechamiento óptimo de los caudales de mantenimiento necesarios en el Tajo, que en la actualidad se sitúan entre los 6 y 8 metros cúbicos por segundo, teniendo en cuenta que en los últimos 10 años, el 90 por ciento del tiempo se ha trabajado por debajo del mínimo técnico (fijado en 18 metros cúbicos por segundo), porque estaba diseñada para recibir caudales mayores.

Prueba de su falta de eficiencia es que Bolarque I, sólo para girar, sin producir energía, consume el equivalente a 8 metros cúbicos por segundo. De este modo, «Los Molinos de Bolarque» se encargará de realizar una buena gestión del caudal ecológico y obtener un mayor rendimiento aprovechando esos 8 metros cúbicos que ahora se vierten sin producir nada (porque Bolarque I no puede bajar por debajo de ese caudal), para conseguir sacar 4.000 kilowatios, que se aportarán al sistema eléctrico nacional y abastecerán a cerca de 1.000 familias. La idea es que durante el verano, cuando el Tajo tiene más agua porque es cuando se efectúa fundamentalmente el regadío, funcione Bolarque I, mientras en el invierno, con caudales menores, lo haga la de Los Molinos, aunque todo dependerá del ciclo hidrológico del año. Ahora bien, la nueva central está limitada a 6 metros cúbicos por segundo, de manera que si hay un caudal superior habría que soltarlo por Bolarque I.

Así, se prevé que la producción conjunta entre Bolarque I y Los Molinos alcance los 33 gigawatios hora al año, frente a los 23 que ha venido produciendo sólo Bolarque I entre 1989 y 1999. En definitiva, con la nueva instalación se conseguirá una mejora en el funcionamiento de la antigua central de 1954 y, por tanto, del conjunto del sistema.

Un molino con mucha historia
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La central toma el nombre de «Los Molinos de Bolarque» en homenaje a los restos medievales de un gran molino, que se encuentran a apenas 50 metros de donde estará ubicada la nueva instalación. Una de las principales características de este molino es su gran tamaño, ya que llegó a tener seis ruedas funcionando, en alguna ocasión, al mismo tiempo. Sólo se encontraba este tipo de molinos en los grandes ríos con abundancia de caudal y en contados puntos del mismo río Tajo, como en Buendía, que quedó inundado, el Duero o el Ebro.

Para Francisco Fernández Izquierdo, investigador científico en el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y que llevó a cabo un proyecto investigación inicial en el año 2000 sobre este molino, su excepcionalidad reside en la ingente documentación que se conserva, algo inédito. Aparece recogido en el primer fuero de Almonacid, a finales del siglo XII, pero es presumible que existiese con anterioridad, en la época árabe. Así, figuran diversos libros de contabilidad, en los que consta de manera pormenorizada la producción del mismo desde mediados del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII, así como dos ejemplares (que se encuentran en el Ayuntamiento de Almonacid) con diversas anotaciones del concejal de turno, que iba todas las semanas a retirar la «maquila», un porcentaje que se detraía por la explotación del molino para moler los sacos de trigo y centeno, y se almacenaba en un arcón, y posteriormente se trasladaba al silo municipal. En algunos años, durante el siglo XVI, su producción superó las 20.000 fanegas. Asimismo, también existen numerosos documentos sobre las reformas que se acometieron en el mismo, como consecuencia de las diversas crecidas que sufrió, así como informes relativos al mantenimiento, al cambio de muelas (que provenían de la Sierra de Madrid, en concreto de Colmenar Viejo, y Toledo), contratos de los molineros o arriendos.

En este sentido, cabe recordar que siempre había dos molineros, que rara vez eran de Almonacid, y a los que pagaban una parte en dinero, y otra con grano. Asimismo, también se sabe que «periódicamente hacían una limpieza del molino debido al gran polvo que se acumulaba tras la molienda, que se denominaba harija», señala Fernández Izquierdo. Normalmente, el trigo y el centeno eran los granos que más se molían para hacer pan, aunque en casos excepcionales también se molía cebada para perros.

El molino estuvo bajo la tutela de la Orden de Calatrava desde el siglo XII hasta el siglo XIV. Precisamente, uno de los acontecimientos más importantes en la historia de este molino tuvo lugar en 1410, cuando el rey de Castilla Juan II, tras un gran litigio, adjudicó su posesión al concejo de Almonacid, propietario hasta mediados del siglo XIX, y cuyo pergamino original se encuentra en el Museo de Bolarque. «El objetivo de la Orden era tener un mercado cautivo y obligaba a los vecinos de otros pueblos, como Albalate, a acudir a este molino. También, se plantearon construir un puente que conectara con Sayatón y Pastrana», comenta Fernández Izquierdo.

De acuerdo con la documentación del siglo XVI, el tipo de molino era de rueda horizontal o rodezno, aunque posteriormente, en el siglo XVII se reformó e introdujeron cubas de regolfo en las cárcavas, un sistema mucho más productivo, que requería un gran caudal para mover los mecanismos. El agua giraba en el sentido contrario a las agujas del reloj, y con ella el rodete, el eje y la piedra. La principal ventaja de Bolarque es que en un tramo de 400 metros existía una caída de nivel de diez. «El agua se traía a nivel desde la parte alta del río por la ladera de la montaña a través de un canal, y se conducía a través de diversas canalizaciones hasta el molino; impactaba contra la rueda de paletas verticales y la hacía girar, transmitiendo el movimiento a la rueda de la piedra de moler», indican fuentes de Unión Fenosa.

La última referencia que se tiene sobre el molino data de su posible venta, con al desamortización de Madoz, en el siglo XIX, aunque estuvo operativo hasta 1907, cuando lo volaron para ejecutar las obras de la presa de Bolarque.

Proyectos con paso firme

Las ruinas de este molino salieron a la luz con las obras de construcción de la central Bolarque II, en 1975. En la actualidad, los restos que quedan son cuatro ruedas, aunque probablemente haya otras dos ocultas, y la cámara de carga. «Es una auténtica joya», destaca el alcalde de Almonacid, Gabriel Ruiz. Aunque en un primer momento, el Consistorio se propuso «limpiar la zona, acotarla y poner un cartel identificativo», ahora afronta una empresa de mayor envergadura al firmar el pasado martes, 29 de enero, un convenio con Generación Peninsular (propiedad de Unión Fenosa y encargada de ejecutar las obras de la nueva central) para restaurarlo, o incluso, reconstruirlo.

Asimismo, en breve, también tiene previsto firmar un acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para llevar a cabo un proyecto, que consiste en la realización de un estudio histórico documental sobre el molino, así como de los diversos aprovechamientos hidráulicos en Bolarque, que estará listo este año. «Además de inventariar toda la documentación existente en diferentes archivos, nuestro objetivo es ir más allá, y a través de la producción que generaba el molino, deducir los caudales del río, y hacer un seguimiento de los problemas que surgían respecto a su explotación, técnicos, con los usuarios del río, como con las maderadas que bajaban de Cuenca y Madrid; en ocasiones grandes troncos entraban en el molino, lo que ocasionaba graves deterioros», puntualiza Fernández Izquierdo. La segunda parte del proyecto se centra en una exposición conmemorativa de las imágenes del Salto de Bolarque. «Haremos un inventariado de las fotografías que se obtuvieron durante la construcción de la presa, así como de imágenes de 1904 a 1940, que están en el archivo de Unión Fenosa. Estará lista antes del verano y se expondrá en Almonacid, pero la idea es trasladarla a Guadalajara y Madrid”.

Casi un siglo "enganchados" a la red

Siguiendo con la tradición de retener las aguas del Tajo y el Guadiela en el estrechamiento de Bolarque, a comienzos del siglo XX se inició el proyecto y construcción de un moderno embalse y salto de agua, al objeto de aprovecharlo para la producción de energía eléctrica», relata Antonio Herrera Casado en Historia de Almonacid de Zorita. En concreto, las obras se iniciaron en 1907 por iniciativa de Juan Ron, heredero del marqués de Urquijo y la Duquesa de Pastrana, y el proyecto fue encomendado al ingeniero Luis de la Peña y Braña. La empresa de controlar los aportes acuíferos de los ríos Tajo y Guadiela fue tan grandiosa, que el rey Alfonso XIII asistió a la inuguración, el 23 de junio de 1910. De aquella visita, todavía quedan los restos en el lago de Bolarque de un merendero junto al salto, y una pequeña playa aneja, pero sumergido a escasa profundidad, desde el que el monarca ordenó y supervisó el primer cierre de las compuertas.

Cabe destacar que la construcción de la presa supuso un importante aumento de población en la zona, desviando hacia la construcción y los servicios a buena parte de la ciudadanía dedicada al cultivo de la tierra.

«Tras ello, se constituyó en 1912 la compañía Unión Eléctrica Madrileña, que lo explotó sin interrupción hasta hoy, aunque ahora bajo las siglas de Unión Fenosa», añade Herrera Casado. Una primera central eléctrica, que llegó a tener seis turbinas con 17.000 kilowatios de potencia, donde se encuentra actualmente el Museo de Bolarque, surtió de electricidad a Madrid en su primera etapa. A pesar de que su construcción data del año 1910, por lo que es uno de los embalses más antiguos de España, tuvo que sufrir numerosas remodelaciones, y en 1954 se recreció, coincidiendo con la construcción de los embalses de Entrepeñas y Buendía, dándose por terminada definitivamente esta obra.

«Después, en los años 70, se construyó la central reversible de Bolarque II, con dos funciones muy concretas: la producción de energía eléctrica para integrarla a la red nacional, y la más importante de elevar el agua hasta el embalse de La Bujeda, en una cota 200 metros superior, para iniciar allí el trasvase Tajo-Segura», indica Herrera Casado en Historia de Almonacid de Zorita.

Un museo único en España
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El Museo de Bolarque, visitado por más de 5.000 personas al año, es una referencia nacional en el sector de la electricidad. Asentado en la nave que albergó la primera central hidráulica de 1910, el Museo guarda diversos recuerdos de la gestación, construcción y primeros tiempos del Salto de Bolarque, tales como su proyecto inicial de 1903, su autorización administrativa, planos y fotografías de la época, etcétera, así como los pupitres de control de uno de los primeros y del último de los grupos generadores con que estuvo dotada la primitiva central.

También se concede un lugar destacado a todo lo relacionado con la fundación y primeros tiempos de la Sociedad Hidroeléctrica Española, y así se conservan recuerdos procedentes de la que durante tantos años fue su sede social en la Gran Vía madrileña, con la sala de reuniones del Consejo de Administración, varias arcas de caudales de la que fuera su oficina de Caja, etcétera. Parte de ello se incluye en una reconstrucción que se ha hecho de una mezcla de oficina administrativa y técnica de aquellos años. Del mismo modo, de la distribución en corriente continua que se efectuaba en las primeras décadas figuran diversos elementos de los más representativos, tales como el cuadro de distribución que tuvo la Central del Mediodía, con una capacidad para 6.000 amperios.

También es muy importante la colección de aparatos de medidas eléctricas de precisión, tanto por su calidad como por la antigüedad de sus ejemplares, ya que pertenecen a los últimos años del siglo XIX o primeros del XX; al igual que la colección de contadores, aparatos telefónicos, topográficos, etcétera, junto con la maquinaria hidráulica.
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Fuentes:
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viernes, 2 de mayo de 2008

La harinera «San Antonio» en Medina de Rioseco (Valladolid, España) será BIC

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Según publicó el pasado viernes 18 de abril el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), por resolución del 28 de febrero de 2008, la Dirección General de Patrimonio Cultural acordó incoar procedimiento de declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento, a la fábrica de harinas «San Antonio» de Medina de Rioseco (Valladolid).
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La harinera ya está considerada BIC desde el 13 de junio de 1991 por estar dentro de la declaración genérica que afecta a todo el Canal de Castilla, puesto que se mueve gracias a las aguas de éste, al estar situada junto a la dársena de Medina de Rioseco, extremo del Ramal de Campos.
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La ampliación a BIC con categoría de Monumento se debe a su interés particular, ya que desde hace años está habilitada como museo y puede visitarse en parte, especialmente las plantas fabriles dotadas con maquinaria original de la marca Daverio. La nueva declaración incluirá además todas las partes integrantes, accesorios, pertenencias y aquellos bienes relacionados con el inmueble.
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El edificio es propiedad del Ayuntamiento de Medina de Rioseco.
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Fuentes:
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