jueves, 8 de mayo de 2008

Antigua Harinera del Pontón en Bilbao (Vizcaya, España), hoy ikastola

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Basado en los artículos publicados por Elías Mas Serra e Iñaki Uriarte en Bilbao:
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En la orilla derecha de la ría de Bilbao se encuentra el edificio que fuera de la Harinera del Pontón, un proyecto de 1794 de Alejo de Miranda, académico de San Fernando.

Fue el primer edificio proto-industrial de Vizcaya. Se trata de un paralepípedo de 46 x 34 x 17 m. con un desarrollo fabril vertical en cuatro plantas entorno a un patio central de iluminación, de gran sobriedad geométrica, desornamentación y serialidad de los vanos con 107 ventanas. De fábrica de mampostería con cantos de río reforzado con sillería caliza en esquinas y forjados de madera, poseía un aspecto conventual y carcelero.

Ha sido reutilizado en 1997 como Ikastola Abusu, perdiendo gran parte de su identidad como edificio fabril. Formaba parte de un conjunto harinero municipal que incluía el depósito de grano, un almacén de leña y un molino fluvial de 1571 destruido por Ferrovial en 1987.

Litografía del Molino del Pontón (1853, Pedro Pérez de Castro)
Entre la colección de litografías y grabados del Museo Vasco y con el número 90/1.209 figura una estampa del Molino del Pontón en el Paseo de los Caños, obra de Pedro Pérez de Castro. La imagen romántica, dibujada en 1853, nos presenta la mole imponente del molino, casi como una casa torre, junto a un caudaloso Ibaizábal en su rápido viaje al encuentro de la Ría.

Fue en plena Guerra de la Convención, en uno de los más negros períodos de Bilbao y Vizcaya, cuando el Ayuntamiento de la Villa mandó levantar, en 1749, en el Pontón, cabe a sus límites jurisdiccionales, un poco antes de donde la Ría comienza a serlo y junto a la corriente fluvial, un molino "de cuatro ruedas en el que se molían doscientas fanegas de trigo diarias (cinco fanegas por hora). Contaba seis hornos, cinco corrientes, y tres de ellos se hallaban destinados a cerner" (sic), según la descripción de Estanislao Jaime de Labayru y Goicoechea en su obra: Historia General de Bizcaya. Era, ésta, una instalación que daba trabajo a treinta y cuatro operarios.
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Alejo de Miranda
Se conoce que Alejo de Miranda, arquitecto y académico, trabajó notablemente en Bilbao, en escenarios como el Plan Loredo, la Plaza Nueva y el Puerto de la Paz. Sus propuestas neoclásicas más destacadas fueron el Coliseo de Comedias de la calle Ronda (1799) y el Peso y Alhóndiga de Bilbao (1807), que hoy conocemos sólo por los diseños y planos.
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Fábrica de harinas y molino
Alejo de Miranda cumplió el encargo del Concejo Municipal y llevó a cabo el proyecto y la obra de la Fábrica de harinas y molino en el Pontón. Dibujó, en aquel momento, un interesante conjunto edificatorio industrial compuesto por tres construcciones: el molino, la panadería y el granero. A ellos se accedía desde Miraflores. La panadería y el molino, como es lógico, tenían su fachada frente al río.
Es, por supuesto, uno de los restos industriales del período neoclásico en el País Vasco y, aunque, hoy por hoy, nos queda sólo el vestigio de la carcasa de la fábrica de harinas, sigue aportando, al menos, el testimonio de aquellos tiempos próximos al comienzo del siglo XIX.
En cualquier caso, hizo, Alejo de Miranda, un nada despreciable ejercicio de arquitectura del cual
destaca lo que fuera la interesante tipología de la panadería, desarrollada en torno a un patio central.
La fábrica, levantada en mampostería, presenta un riguroso y austero orden de ventanas y se elevaba en un total de cuatro plantas sobre el terreno circundante.
Los edificios del molino y el granero, con parecidas componentes y parámetros arquitectónicos, respondían, aún más escuetamente, a sus funciones industriales, el primero y a las de contenedor, el segundo.
Los acontecimientos de la primera mitad del siglo XIX, complejos y azarosos, hicieron mella en el conjunto edificado que tuvo que ser reconstruido en, al menos, un par de ocasiones. Así, el 8 de marzo de 1835, los carlistas dejaban en ruinas la panadería y el molino del Pontón tras atacar a las tropas liberales que allí se refugiaban.
Luego, en el periplo de usos y destrucciones, la manufactura fue, por un momento, la Fábrica de Lencería de Miraflores arrendada, con este fin, por Máximo Aguirre.
Eduardo Coste y Vildásola reconstruyó el molino tras la segunda Guerra Carlista. A esta reconstrucción o a un levantamiento anterior, corresponden unos planos de las ruinas de la vieja fábrica dibujados por el que fuera arquitecto municipal: Pedro de Belauzarán.
De alguna manera, las instalaciones se siguieron usando hasta los años veinte del siglo pasado. Desde entonces, arruinado y en desuso, el edificio fue víctima de la molicie y de las inclemencias naturales. Lo que quedaba del molino fue derribado en 1987, quedando, entonces, en pié, únicamente, los muros de la panadería. Estos muros que quedan del viejo complejo y que dan una buena idea del volumen edificatorio de aquella antigua panadería, pasaron, al final del siglo XX, a acoger las aulas de una ikastola.
Efectivamente, en 1995, la ikastola Abusu decidió ubicar ahí sus nuevas instalaciones. El proyecto, redactado por los arquitectos Federico Arruti y Antón Boyra, respetó el aspecto volumétrico de la panadería a través de los muros obrados por Alejo de Miranda. Dentro del perímetro de éstos se desarrolló, por otra parte, con conceptos actuales, el programa funcional de la dotación educativa.
De esta manera, esta singular obra de finales del siglo XVIII, sigue -aunque sea testimonialmente- dentro de nuestro patrimonio arquitectónico, rememorando todo un pasado relativamente reciente e incierto y apuntando al futuro de las generaciones jóvenes que han hallado, a la sombra de sus viejas piedras, el acomodo para su tiempo formativo.
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Fuentes:
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1 comentario:

Anónimo dijo...

http://static.panoramio.com/photos/original/1229166.jpg

Aqui una foto actual de la ikastola abusu, antigua fabrica harinera en Bilbao