martes, 19 de julio de 2011

De fábrica de harinas a restaurante en Valdemorillo (Madrid)


En plena Sierra de Madrid acaba de abrir al público el restaurante La Casona de Pizarro, que viene a sustituir a otro establecimiento de hostelería, Los Bravos. Situado en término municipal de Valdemorillo, el impresionante edificio fue construido como fábrica de harinas el siglo pasado.

La nueva remodelación como restaurante a sido realizada por el Grupo Fuentepizarro y cuenta con Dani Pérez como jefe de cocina además de Pepe Rodríguez Rey como asesor gastronómico para todos los restaurantes del grupo.

La Casona de Pizarro muestra en su interior una estética rústica pero moderna en piedra y madera, con alfombras de la Real Fábrica de Tapices y seis espacios recién modernizados, entre los que destacan el Salón Pizarro, la Sala Taurina y el Salón de los Espejos. Este último está situado en el antiguo almacén principal de la harinera y ahora se ha engalanado para ser la sede de grandes eventos, contando con entrada independiente, lámparas de araña de Guadarte y espejos barrocos. Como elementos decorativos más destacdos están presentes una menina obra de Manolo Valdés y un retrato de Felipe III del pintor renacentista Juan Pantoja de la Cruz.

Historia de la harinera

Según el catálogo de arquitectura del siglo XX conocido como ARCHXX, el arquitecto Enrique Simonet proyectó en el año 1942 esta harinera de Valdemorillo (Madrid), titulada como "La Palentina".

No contamos por el momento con mas referencias sobre la fábrica de harinas que dio origen al edificio actual, para lo cual nuevamente buscamos la colaboración de nuestros lectores.

jueves, 7 de julio de 2011

Las aceñas de Olivares en Zamora (España) reciben más de 7.000 visitas desde su reapertura en abril


Según informa el diario La Opinión de Zamora, por medio de una noticia de Tania Sutil, el centro de interpretación de las aceñas de Olivares ha captado en los últimos tres meses a más de 7.000 visitantes, tanto zamoranos como turistas, que marcan la nueva etapa de la infraestructura turística de la capital. Según los datos recabados por la Sociedad de Turismo de Zamora, el nuevo contenido museístico y la iluminación patrimonial de las aceñas constituyen «los principales atractivos de una de las infraestructuras más demandadas por los visitantes que llegan a la ciudad», valoran desde Turismo de Zamora tras la reapertura de las instalaciones el pasado 15 de abril.

La nueva alternativa expositiva en marcha en los molinos de Olivares lleva por título «Muestra etnográfica de los valores y funciones de las aceñas», que se une a la ya existente muestra fotográfica en homenaje a los «Hijos e hijas del Duero», de ahí su título. Esta última exposición persigue un reconocimiento a todos aquellos zamoranos que vivieron «con, por y para el río y que trabajaron con él en condiciones muy duras», subrayan.

La visita a las aceñas de Olivares permite también un recorrido por los ingenios hidráulicos inaugurados en julio de 2008 después de un proceso de restauración cuyos trabajos recibieron el premio «Europa Nostra». El pilón, el batán y el molino harinero son ejemplo de recuperación arquitectónica que permite al hombre actual ser testigo del día a día del zamorano del siglo X, que vivía en contacto diario con la naturaleza y con la fuerza del río Duero para su propia subsistencia.

El centro de interpretación permanece abierto de martes a domingo en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 19.00 a 22.00. Está prevista también la continuidad de las embarcaciones en piragua durante el verano, actividad pionera el pasado año.